sábado, 5 de diciembre de 2009

Cuando la imaginación se transforma al metalll...



DeconstructivismOoO


Entendido como una metodología flexible, crece bajo la idea que el lenguaje está preñado de cosas que no podemos o no queremos sacar a la luz de la conciencia.

Al principio, y dentro de la arquitectura, se trató al deconstructivismo -corriente que nunca quiso verse como estilo o moda, sino como ideología- como una consecuencia de la obra de los viejos constructivistas rusos que, utilizando formas puras, daban forma a lo no puro, elaborando geometrías en conflicto para cuestionar de algún modo la ortodoxia tradicional.

Jorge Glusberg dice que "no es por la fractura o simple fragmentación del objeto que se llega al deconstructivismo, ya que eso no sería cuestionar la estructura sino, por el contrario, dañarla y el daño, a mi entender, no tendría otra lectura que el efecto decorativo”. “Se trata -continúa el crítico- de revelar la tensión geométrica interior de la construcción en sí, algo que siempre estuvo latente, hasta ser descubierto por los arquitectos; no se trata de demoler o desmantelar una obra, por el contrario, se trata de una arquitectura de desviación y reorganización".

En términos más concretos, Glusberg reflexiona: "Lejos de la idea de destrucción, este análisis desconstructivo, hace que la forma se produzca nuevamente y a partir de él se reproduzca, esta es una manera de explicar el orden creado y un desafío por subvertirlo, por trascenderlo...".



Lavozdelinterior.com.ar

1 comentario:

  1. que padres construcciones! aparte lo impresionante es como dices como algo tan rigido le podemos dar movimiento o flexibilidad mediante nuestra imaginacion!

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